La personalidad de una tierra se construye sobre muchos pilares. La gente, la historia, el entorno, el clima, las costumbres… y, sin lugar a dudas, los lugares que sus habitantes han sabido crear en su día a día. En torno a esta idea ha nacido la iniciativa Comerços emblemàtics de les Illes Balears, un proyecto que recoge en su web los comercios tradicionales que, por una razón u otra, enriquecen el legado patrimonial de los diferentes municipios de las islas.
Sant Josep de sa Talaia ha sido uno de los participantes pioneros en aportar los primeros nombres a incluir en este catálogo virtual de promoción y reconocimiento del comercio local. Nombres que en Sant Josep representan mucho más que un establecimiento al atesorar una larga trayectoria que a lo largo de varias generaciones han representado y defendido la esencia del comercio de proximidad.
La web se va enriqueciendo con nuevas incorporaciones pero ya figuran en ella cinco comercios de Sant Josep cargados de historia: Can Jordi, Can Pep Xica, Can Pou, Can Reial y Can Ros.
Can Jordi
Can Jordi tiene más de un siglo de historia como pequeña tienda de carretera que, como era habitual antiguamente, tenía un bar integrado en el interior del local. Un retornado de América, Vicent Puvil lo abrió en los años 20 del siglo pasado con el fin de proveer durante todo el año de aquello que precisaran los vecinos y para ofrecer un alto en el camino a los payeses que transitaban por el antiguo camino des Cubells. En 1940 fue alquilado por los padrinos del actual propietario, Vicent Marí, que acabaron adquiriéndolo y bautizándolo como Can Jordi. El hecho de que a su actividad tradicional se haya sumado la celebración de conciertos de música en vivo ha convertido al local en un punto de reunión de gentes de todas las edades y procedencias que comparten la pasión por la música. Una circunstancia que ha acabado por redefinir el nombre como Can Jordi Blues Station.
Can Pep Xica
Can Pep Xica está en el km. 9 de la carretera de Sant Josep a Vila. Es un pequeño negocio familiar que abrió como tienda en la que se podía comprar un poco de todo, desde productos del campo hasta artículos para el hogar, a los que se ha sumado en la actualidad la venta de gas butano. Toni Tur Ribas abrió el local en 1950 en un espacio de su propia casa. Un año más tarde, su hija, María Tur Marí tomó el relevo y hoy son las nietas las que prolongan el legado con un trato familiar y cercano en el mismo emplazamiento de la casa familiar.
Can Pou
Can Pou se encuentra situado en el centro del pueblo de Sant Josep, junto a la iglesia. Margalida, su fundadora, vivía en Can Pou, casa situada en una parte del núcleo histórico de la población que incluso fue dibujada por el Archiduque Luis Salvador de Austria junto al templo y otras dos viviendas. Su afición por el bordado, que practicaba en la puerta de su casa junto a sus vecinas, acabó captando el interés de los cada vez más numerosos turistas que empezaron a comprarle sus creaciones. En 1961 abrió su primer comercio, un pequeño quiosco que vendía souvenirs, utensilios playeros y toallas de punto canario. En 1975 se trasladaron a su actual ubicación donde comenzó a vender calzado, juguetes, objetos de regalo y papelería, incorporando en 1987 una sección de fotografía.
Can Reial
Can Reial se encuentra en el núcleo urbano de Es Cubells, junto al restaurante propiedad de la misma familia. El negocio inicia su andadura como tienda bar el mismo año en el que se consagra la iglesia del pueblo, en 1958. Bartomeu Marí y su esposa María vendían productos a granel y de primera necesidad aunque fueron ampliando poco a poco la oferta. En 1980 bar y tienda se separan físicamente y desde entonces ha sido parada habitual de famosos como Linda Evangelista, Naomi Campbell, Ursula Andress, Raphael y otros tantos que en un momento u otro han tenido residencia en la zona.
Can Ros
Can Ros comienza a funcionar en 1960 en Can Bellotera. El padre del actual propietario, Juan Guasch, comenzó a vender carne de cerdo y de cordero a la sombra de una higuera, equipado con unos cuchillos y una pequeña cámara frigorífica. Con el tiempo se incorporaron al negocio su hijo Toni y su esposa Catalina que adquirieron el actual local en el mismo barrio. Can Ros es hoy conocido por su amplia selección de carnes de origen local y por ser elaboradores de sus propias sobrasadas y butifarras. Cuenta con una surtida sección de productos gourmet, aparte de charcutería selecta y quesos artesanos.